miércoles, 1 de agosto de 2012

La hora final

Estremecedora producción y tremendo alegato contra la inutilidad de la guerra y la estupidez de los hombres que solo hacen uso de ella, en perjuicio del resto de la humanidad para resolver sus insignificantes diferencias.

La película es un bien resuelto drama llevado por un Stanley Kramer en plena forma, para hacer producciones cinematográficas de gran calidad artística y comercial contando con un elenco de actores que ya estaban consagrados dentro del star system de Hollywood.

Basada en la novela "On the Beach" escrita por Nevil Shute en plena época de La Guerra Fría, la película posee la virtud de advertir sobre el peligro que supone el uso intencionado o accidental de las armas de destrucción masiva, y que por desgracia sigue siendo un tema de plena actualidad mientras exista la posesión de tales armas por parte de países beligerantes que se atribuyen el derecho de hacerse con el control, con la excusa de otorgarnos una supuesta seguridad que ni ellos mismos nos pueden dar frente a otros.

Una gran historia lleno de momentos inolvidables con un estupendo Gregory Peck y una maravillosa Ava Gardner que posteriormente también tuvo su remake en formato televisivo en el año 2000 en una producción dirigida por Russell Mulcahy.

Interesante reflexión la que nos ofrece Stanley Kramer sobre el fin de la humanidad a mano de la misma humanidad. El hombre que pone fin al propio hombre mediante la guerra nuclear. El último sitio en llegar la radioactividad es Australia. Allí se concentran los últimos supervivientes de la humanidad. Allí intenta vivir una vida normal, con la esperanza de que no les llegará la radioactividad.

La película es toda una reflexión sobre el desastre que podría hacer el hombre con tan solo “apretar un botón”. La película se muestra bastante neutral a la hora de culpar a ninguna nación en concreto. Se habla de una supuesta tercera guerra mundial, pero nunca se llega a explicar el por qué ni el cómo ni los principales implicados. El gran responsable es el hombre mismo; la inteligencia del hombre le llevó a construir un arma mortífera que traería la destrucción del mundo.

Es una película llena de escenas maravillosas. Se compaginan la ternura de una pareja con su hija, con escenas de máxima angustia como la del marine que decide “auto suicidarse” quedándose en la asolada ciudad de San Francisco contaminada por la radioactividad.

Maravillosa la interpretación de Fred Astaire como el alcohólico científico. También la interpretación de Gregory Peck y Ava Gardner que casi le roban protagonismo a la propia historia. Y discreta la interpretación de Anthony Perkins.

Son soberbias las últimas escenas de la desolada Australia, como también las de la soledad de San Francisco, con sus empinadas calles solitarias... Y ante esa hora final de la humanidad, queda una pregunta volando en esa soledad de las grandes ciudades del mundo: ¿Quién fue el “ganador” de esta guerra? ¿Para que quiere ahora la “victoria”? ¿De qué le sirvió la guerra?

Es un filme apocalíptico pero encarado más como un sentido drama que como una convencional cinta de acción con supervivencia. Ésa es la característica distintiva de esta película, que nos muestra mucho el aspecto psicológico y anímico de los personajes que esperan día a día que el mundo se acabe por completo debido a la contaminación nuclear.

El pánico nuclear de la guerra fría estuvo sobredimensionado. Así de claro. Probablemente el mundo nunca estuvo más seguro que con la política de bloques, la bipolaridad y la disuasión nuclear de las superpotencias. Hoy ya no es así, y la situación de peligro es mayor que antes, aunque en cualquier caso no existe, repito, no existe, ninguna posibilidad de guerra nuclear total, sí de bombas sucias radioactivas por parte de algún grupo terrorista. 


TÍTULO ORIGINAL On the Beach
AÑO 1959




DIRECTOR Stanley Kramer
GUIÓN John Paxton & James Lee Barrett
MÚSICA Ernest Gold
FOTOGRAFÍA Giuseppe Rotunno & Daniel L. Fapp (B&W)
REPARTO Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire, Anthony Perkins, John Meillon, Donna Anderson, John Tate, Lola Brooks
PRODUCTORA MGM
PREMIOS 1959: Nominada al Oscar: Mejor Banda sonora (Drama o Comedia)


SINOPSIS Un holocausto nuclear ha acabado con prácticamente todos los seres humanos, exceptuando un grupo de personas de Australia. Gregory Peck es el comandante de un submarino que trata de buscar supervivientes, mientras la nube radioactiva, que ya ha destruido el hemisferio norte, se acerca sobre el último enclave humano.
CRÍTICAS ----------------------------------------
"Una cinta claustrofóbica, intensa y con una maravillosa interpretación de Anthony Perkins" (Fernando Morales: Diario El País)
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"Sórdida, angustiosa y asfixiante intriga de espíritu antinuclear, que atrapa al espectador y le sumerge en un grupo de personajes que tras una guerra nuclear se enfrenta a un mundo en el que la raza humana ha sido aniquilada, mientras sólo esperan que la nube radioactiva caiga sobre ellos." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
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domingo, 8 de julio de 2012

El gran pecador


La firma del director germano Robert Siodmak siempre es un seguro de calidad, incluso en una película como esta, que no satisfizo demasiado al propio director al menos en lo que al guión se refiere.


Se trata de una adaptación de la novela del escritor ruso Fedor Dostoievsky, El Jugador, que contó con un reparto muy interesante, nada menos que Ava Gardner, Gregory Peck, Agnes Moorehead, Ethel Barrymore y Melvyn Douglas. Como verán, cinco magníficos de la escena. La música y la fotografía son excelentes. Pero, curiosamente el film no tuvo el éxito esperado. ¿Porqué? Es difícil decirlo. Tal vez el guión no mantuvo la fuerza de la novela original y probablemente eso fue lo que no acabó de convencer a Siodmak. Ó tal vez un cierto tono dulzón y acaramelado que resta crudeza a la película.


 Porque tanto de la novela, muy autobiográfica de Dostoievsky, como de la película, lo que queda como moralina ó moraleja es el peligro de la adicción al juego. La ludopatía como enfermedad de la mente. La pequeñez del jugador y su intento de rebelión ante el esquivo azar. La historia de amor tal vez reste impacto al film. Pero aun así es una película francamente interesante con un gran actor como Peck y una gran mujer, bella entre las bellas, como Ava Gardner, que además de por sus evidentes dotes femeninas me ha convencido por sus dotes interpretativas.


Y sería injusto olvidarse de las otras dos grandes damas, Barrymore y Moorehead. El papel de la segunda es breve y no muy relevante pero con todo y eso, dejan su impronta en todo lo que hacen y siempre es un lujo ver una película en la que intervengan.


Ava Gardner y Gregory Peck, dos grandes entre los grandes del cine, comenzaron sus carreras a mediados de los cuarenta. Es extraño que, contando con la presencia de ambos, esta película sea casi una absoluta desconocida. Sin embargo esconde un gran interés, ya que aborda un tema nunca antes mostrado en la gran pantalla: la ludopatía. Siodmak fue valiente al tratar esta enfermedad como tal, ya que la gran mayoría de la sociedad de la época ni siquiera sabía lo que significaba dicha palabra.
El director trata con crudeza y valentía las terribles consecuencas de quienes la sufren, sin tabúes ni rodeos.
Gregory Peck demuestra su versatilidad con una excelente interpretación dramática, y la Gardner supone el complemento perfecto, tanto por su belleza como por su solvencia ante las cámaras. El Gran Pecador es una joya injustamente olvidada.

TÍTULO ORIGINAL The Great Sinner
AÑO 1949




DIRECTOR Robert Siodmak
GUIÓN Ladislas Fodor, Christopher Isherwood (Novela: Feodor Dostoyevsky)
MÚSICA Bronislau Kaper
FOTOGRAFÍA George Folsey (B&W)
REPARTO Gregory Peck, Ava Gardner, Melvyn Douglas, Walter Huston, Agnes Moorehead, Ethel Barrymore, Frank Morgan
PRODUCTORA Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)




jueves, 5 de julio de 2012

¿ Quién era ?

El 26 de marzo de 1950, Ava Gardner salió de Nueva York rumbo a España. Así arranca el capítulo segundo de Beberse la vida. Ava Gardner en España, el libro de Marcos Ordoñez. Y en esa frase está el alma del documental La noche que no acaba, de Isaki Lacuesta, una de esas recreaciones en las que tan cómodo se siente el alma de Lacuesta.Como en Cravan vs. Cravan, el cineasta juega a la dualidad, a mostrar la belleza casi alucinatoria de la mujer que llega a Tossa de Mar a rodar Pandora y el holandés errante con los restos del naufragio que se pone delante de las cámaras en Harén, su último trabajo rodado en suelo español.
 
No somos conscientes del cambio brutal que tiene en nuestra sociedad la grabación de imágenes, que poseamos información de cada paso de nuestra vida, y más aún si eres actor", apunta Lacuesta. Es cierto: de Gardner está grabado cada suspiro; y bien que exprime el cineasta esa potencia visual. ¿Ejemplos? En dos ocasiones, la chica de Carolina del Norte encarnó a mujeres asustadas ante la visión de su amante torero cogido por un morlaco. En la vida real, Gardner también vivió ese momento. Lacuesta entra a sangre en la expresión, juega a actuación/realidad, recorre el rostro de una diosa que probablemente odiaba tanta belleza y que necesitaba sentir el amor de otros cada día.

Ava me interesaba como actriz. Mi madre me ponía mucho Mogambo. Y ser de Girona hace que crezcas oyendo leyendas de aquel rodaje en Tossa. Lacuesta se ha llevado el documental hacia sus terrenos, el ensayo visual y su tierra natal. No hay mucho Chicote ni juergas madrileñas y sí más de pérdida de inocencia en Pandora. Pérdidas de inocencia de Gardner y de los habitantes de Tossa, que ven cómo a su pueblo llegan unos americanos que están de juerga, que por primera vez ruedan fuera de su país -es el arranque de las producciones runaways-, y que ¡desayunan zumo de naranja! Aparece una mujer que fuma, bebe, decide sobre su vida sexual, la controla, es promiscua y nadie la llama puta sino que es considerada socialmente. Y todo eso hace cambie la sociedad a su alrededor". Es también el momento del adiós del ser humano y el advenimiento del icono: la persona se diluye.

Al final queda una aroma a ternura. Porque Isaki Lacuesta muestra las noches, la felicidad en la autodestrucción, los amigos que la rodearon, la noche infinita; y no tanto las mañanas de resaca, del mirarse al espejo y descubrir el marchitamiento. Como en Venus era mujer, la estatua Gardner se rebeló, decidió seguir a lo suyo, no volver a Estados Unidos. Y Hollywood y ella retroalimentan esa imagen de mujer liberal. Ha sido una muy difícil labor de reconstrucción. Tras ver todas las películas, he descubierto que es tan difícil saber quién era Arthur Cravan, del que solo quedan dos minutos de imágenes, como saber quién era la Ava Gardner real por debajo de esos millones de fotogramas en los que aparece.

viernes, 30 de marzo de 2012

La condesa descalza

Una gran película del genio de los guiones provechosos, Joseph L. Mankiewicz, el cineasta, productor y guionista norteamericano de origen askenazí creador de obras tan preciadas como la deliciosa "El fantasma y la señora Muir", la carismática y poderosa "Eva al desnudo", o mi idolatrada y obra póstuma del autor "La Huella".


Por su estructura narrativa, la obra es clara deudora de obras como el "Ciudadano Kane" de Welles ó el "Rashomon" de Kurosawa, y sin duda alguna que Mankiewicz pensó en la gran diva Ava Gardner para darle su alternativa en lo que posteriormente pasó a ser de forma definitiva su mejor actuación de calle, y la ocasión donde lució más bella y sugerente si exceptuamos su apoteósica aparición en otras edades más interesantes como fue 14 años más tarde con "La noche de la iguana" de Huston.
Un cuento de la cenicienta a lo castiza de Chamberí...Nada más y nada menos que la que fue catalogada en su día bajo el desafortunado y archiconocido eslogan del "animal más bello del mundo" como la castiza María Vargas.


Una bonita y entretenida historia de la cenicienta versión castizo, con una protagonista en estado de gracia a la cual perdonamos su forzado baile flamenco, e incluso el hecho de escucharle ese español tan poco creíble y que sin embargo ella se esmeró tanto en pronunciarlo bien, aprendiéndose a oídas unas cuantas frases, tal vez enseñadas y perfeccionadas según cuentan las crónicas del momento por unos maestros de procedencia patria en en el mundo de los ruedos e incluso de nuestra siempre gris escena cinematográfica.

 Un cuento de la cenicienta a lo castiza de Chamberí...Nada más y nada menos que la que fue catalogada en su día bajo el desafortunado y archiconocido eslogan del "animal más bello del mundo" como la castiza María Vargas.

Una bonita y entretenida historia de la cenicienta versión castizo, con una protagonista en estado de gracia a la cual perdonamos su forzado baile flamenco, e incluso el hecho de escucharle ese español tan poco creíble y que sin embargo ella se esmeró tanto en pronunciarlo bien, aprendiéndose a oídas unas cuantas frases, tal vez enseñadas y perfeccionadas según cuentan las crónicas del momento por unos maestros de procedencia patria en en el mundo de los ruedos e incluso de nuestra siempre gris escena cinematográfica.





La breve historia a modo de crónica de una muerte anunciada, de una persona que falta de cariño, se dejó llevar desde los humildes tablaos flamencos de la alegre capital española donde triunfaba como bailarina de postín, por los cantos de sirena de la poderosa industria cinematográfica yanki, casi engullida por los caimanes de las emergentes productoras comandadas por advendizos y caprichosos ricos del mundo de las finanzas como mecenas productores del asunto, y finalmente sucumbida por otro tipo de cantos de sirena; los de la aristocracia europea...en Rapallo, y de la mano de un conde impotente que la usa como última gloria de su fracasada estirpe...


Y los zapatos de la cenicienta finalmente esperaron en vano al príncipe azul en un final muy shakaspereano en su más ferviente vertiente latina...


Y es que la vida, al contrario que los guiones, carece de lógica... Sentirse protegido en el fango con los pies descalzos...




N E C E S A R I A.
En un cementerio cerca de Rapallo, en Italia, en una jornada lluviosa, se celebra el sepelio de María Vargas, conocida artísticamente como María D´amata y/ o condesa de Torlato-Favrini (Ava Gardner), una mujer que durante tres años tocó el cielo con sus manos, hasta que finalmente se desencadenó la tragedia....


Durante su entierro, presidido por aquella estatua que mandó construir su reciente marido y verdugo, el conde Vincenzo Torlato-Favrini (Rossano Brazzi), donde se la ve de pie y descalza, se congregan en silencio toda una turba de gente que pensando para sí nos sirven de hilo conductor a través de sus recuerdos en flash backs, que describen sucintamente sus experiencias con la casta diva...


Así, el primero en retrotraerse en el tiempo con la prima donna de este espectáculo es el escritor y cineasta Harry Dawes (Humphrey Bogart) tres años atrás, quien debido a sus problemas con el alcohol se ve humillado por un tiburón de las finanzas reconvertido a mecenas de Hollywood, Kirk Edwards (Warren Stevens) a someterse de manera vergonzante a sus despóticas maneras... Estando en los estudios de cinecittá en Roma para grabar su primera película alguien les aconseja viajar a España en busca de una cara fresca como reclamo para su ópera prima como productor...
Así, en una taberna madrileña está bailando la reputada María Vargas...la troupé de Edwards la completan además del guionista y cineasta Harry Dawes, un relaciones públicas, Oscar Muldoon (Edmond O'Brien), y una rubia trotamundos actriz de pego llamada Myrna...


Tras varios intentos infructuosos y humillantes de conseguir contratarla como actriz, finalmente Dawes lo consigue entablando con ella una especial relación sólo de amistad, pues él está felizmente casado con una secretaria de producción, Jerry (Elizabeth Sellars)...


El siguiente flash back narrativo es de Oscar...sus crecientes relaciones tirantes con el déspota Edwards le harán romper con él, una noche en una fiesta y en presencia de otro potentado productor sudamericano, Alberto Bravano (Marius Goring)...


De hecho todos rompen con él, incluídos Dawes y María, quienes juntos harán tres películas...hasta que otro día, y en otra fiesta, esta vez de postín con la aristocracia europea en la riviera francesa, María conoce accidentalmente a un tercer personaje, un enigmático y clasista conde italiano llamado Vincenzo Torlato-Favrini que habita en su mansión de Rapallo junto a su hermana Eleanora, y quien debido a un accidente de guerra se quedó impotente de por vida y que a su vez sería el tercer y definitivo flash back narrativo antes de ceder de nuevo el testigo a Dawes...


Justo cuando María se enamoró de Vincenzo y al enterarse de su impotencia se gestó la tragedia...


Vincenzo mata a María y a un amante de ésta por celos...


Ahora todos están allí congregados bajo un solemne chaparrón dando el último adiós a aquella otra víctima de otro pésimo guión de la realidad.

Pandora y el holandés errante

Hay un hombre, al que se conoce como El holandés errante, sobre el que pesa una terrible maldición por haber renegado de la fe y del amor, y sobre todo, por haber asesinado a la mujer a la que amaba. Por tales motivos, está condenado a vagar por los mares en un barco fantasma y cada siete años tiene una corta oportunidad de volver a vivir como hombre entre los hombres y buscar a una mujer que le ame y que esté dispuesta a morir por él. Sólo así terminará su sufrimiento y podrá redimirse reconociendo el amor.



Hay una mujer llamada Pandora, precursora de Eva, a la que los dioses dieron una caja a guardar, la cual jamás debía abrir porque, de hacerlo, daría a los hombres un terrible regalo. Pero, como Eva, Pandora desobedeció y desde entonces trajo grandes desgracias a la humanidad.



En un barco del que él es el único tripulante, Hendrick van der Zee llega a un pueblo, acertadamente llamado Puerto de Esperanza, y allí conocerá a una maravillosa muchacha llamada Pandora Reynolds, quien parece cansada de burlarse de los hombres que la pretenden y ahora siente que es algo más significativo lo que busca.



Albert Lewin, el director que nos diera “El retrato de Dorian Gray” y “Los asuntos privados de Bel Ami”, continúa en alza con esta esotérica, romántica y apasionante historia en la que expone con todo rigor que “el amor se mide según lo que uno esté dispuesto a abandonar”. Y entonces veremos a un hombre que aprenderá lo que es el amor del alma y a una mujer que sirve a su destino porque también comprende que, cuando se ama, dar es igual a recibir.

Dos estupendas leyendas colmadas de significado, logran confluir para dar fuerza a ese sentimiento que todo lo puede y que da sentido a la experiencia humana. Lewin logra una ambientación sobria y efectiva; detalles con un contenido latente (la pieza que Geoffrey arma, el reloj de arena, el retrato de Pandora…); unos diálogos relevantes y con suficiente esencia filosófica y espiritual; y unas actuaciones de James Mason y Ava Gardner que dan la medida exacta a sus magníficos personajes.



Cine para los que buscan la trascendencia, “PANDORA Y EL HOLANDÉS ERRANTE” motiva la reflexión, anima a ir más allá de lo hasta ahora conocido, y quizás nos permita comprender -o reafirmar- que la vida es mucho más que lo que vemos, y aún mucho más de lo que hasta ahora comprendemos.

Pero Pandora y el holandés errante es una obra demasiado elaborada como para plasmar aquí todas sus profundidades semánticas y descifrar sus múltiples referencias a la cultura griega.No es, por lo tanto, mi intención.


 
Se trata de una tragedia romántica, protagonizada por Gardner y Mason, en la que confluyen A) la mitología griega (Pandora;el equivalente a la cristiana Eva, madre de todos los hombres pero desencadenante de todos sus males,El Holandés, una especie de Prometeo eternamente castigado por su desafío a los dioses,El torero Montalvo;una especie de Rey Teseo luchando contra el minotauro (los Toros, y en un sentido alegórico, el destino)), B) la leyenda del Holandés errante (que se remonta al siglo XVII) y, C) contínuas referencias visuales a la cultura helénica y mediterranea en general.



Sin duda es un filme que no puede ser observado por mentes simples acostumbradas a lo literal ya que su contenido metafórico y surrealista es abrumador. 


En el plano técnico, Jack Cardiff confecciona una excelente labor fotografica (aunque la copia desponible en DVD que poseo no permite observar con toda claridad algunas de las escenas nocturnas) resaltando el componente telúrico de los parajes retorcidamente románticos e incluso místicos de Tossa de Mar (llamada Esperanza en el filme que nos ocupa) y Albert Lewin realiza una magnífica y compleja realización y guión (con unos diálogos interesantísimos y llenos de significado oculto), el cual, en mi opinión y como gran fallo alegable contra él, insiste demasiado en la utilización de la voz narradora como herramienta progresión argumental.
 


También se observan alunos problemas de ritmo que son inevitables al querer sobrecargar al filme con tanto contenido metafísico.


Filme de orígen literario pero brillantemente visual a la vez, deberá ser descubierto poco a poco por los espectadores hasta poder encontrar su significado último; hasta poder encontrar la salida del laberinto en el que nos recluye.

Forajidos

Una obra maestra total y absoluta del cine negro en general y una joya particular del genial Siodmak. Es la adaptación de un relato de Hemingway, que narra la reconstrucción retrospectiva del asesinato del Sueco (Lancaster), un ex-delincuente, a través de sucesivos "flash-backs" y de idas y venidas en las que la información se dosifica magistralmente gracias a un soberbio guión de Veiller y Huston, que nos permite asistir a una obra de extremada técnica, memorable de cabo a rabo (con secuencias antológicas como la del inicio, el atraco a la fábrica de sombreros, la secuencia final), resultando absolutamente irresistible por su magnética y atormentada estética y fotografía de corte expresionista, con un uso maravilloso de los claroscuros y de las sombras, lo que acrecienta sobremanera la fascinación de lo que cuenta realmente, esencia pura de cine negro: es la historia de un perdedor (Lancaster), un boxeador entusiasta y tenaz que se cree ganador en las manipulables y demoníacas manos de una vampiresa fatalísima (Gardner). El hombre entrega su alma a esa mujer y un hombre sin alma es un hombre muerto que deambula, con el alma muerta, con un corazón engañado, al que solo le harían falta dos tiros para confirmar la realidad de esa muerte.

Una película ejemplar, grandemente interpretada, un título de oro en la Historia del Cine, del todo inagotable.



TÍTULO ORIGINAL The Killers
AÑO 1946




DIRECTOR Robert Siodmak
GUIÓN Anthony Veiller (Relato: Ernest Hemingway)
MÚSICA Miklós Rózsa
FOTOGRAFÍA Elwood Bredell (B&W)
REPARTO Burt Lancaster, Ava Gardner, Edmond O'Brien, Albert Dekker, Sam Levene, Vince Barnett, Virginia Christine, Charles D. Brown, Jack Lambert, Donald MacBride, Charles McGraw, William Conrad, Phil Brown, Queenie Smith, Jeff Corey, Harry Hayden, Bill Walker
PRODUCTORA Universal Pictures
PREMIOS 1946: 4 nominaciones al Oscar: Mejor director, guión, bso (Drama o comedia), montaje


SINOPSIS Un boxeador en declive trabaja para una banda de delincuentes. Lo ha reclutado la amante del jefe simulando que está enamorada de él.
CRÍTICAS ----------------------------------------
Magistral adaptación de un relato corto de Ernest Hemingway con Lancaster como "El sueco" y una bellísima Ava Gardner. En 1964 Don Siegel filmaría otra versión con Lee Marvin y Angie Dickinson. Todo un clásico del género. "Obra maestra. Disecciona la muerte con continuos y hermosos flash backs.

Una vida y un amor


TÍTULO ORIGINAL Singapore  
AÑO 1947



Terminada la II Guerra Mundial (1939-1945), Matt Gordon regresa a Singapur con el fin de recuperar una fortuna en perlas de contrabando. Una vez allí, empieza a recordar a la que fue su prometida antes de la guerra, la atractiva Linda, y su desaparición durante el ataque japonés. Su sorpresa es mayúscula cuando, inesperadamente, la vuelve a ver: padece amnesia y está casada con el rico terrateniente Van Leyden. Mientras tanto, el siniestro contrabandista Mauribus planea quedarse con las perlas de Matt.  
 
DIRECTOR John Brahm
GUIÓN Seton I. Miller, Robert Thoeren (Historia: Seton I. Miller)
MÚSICA Daniele Amfitheatrof
FOTOGRAFÍA Maury Gertsman (B&W)
REPARTO Fred MacMurray, Ava Gardner, Roland Culver, Richard Haydn, Spring Byington, Thomas Gomez, Porter Hall, George Lloyd, Maylia, Holmes Herbert, Edith Evanson
PRODUCTORA Universal International Pictures (UI)