La firma del director germano Robert Siodmak siempre es un seguro de
calidad, incluso en una película como esta, que no satisfizo demasiado
al propio director al menos en lo que al guión se refiere.
Se trata de una adaptación de la novela del escritor ruso Fedor
Dostoievsky, El Jugador, que contó con un reparto muy interesante, nada
menos que Ava Gardner, Gregory Peck, Agnes Moorehead, Ethel Barrymore y
Melvyn Douglas. Como verán, cinco magníficos de la escena. La música y
la fotografía son excelentes. Pero, curiosamente el film no tuvo el
éxito esperado. ¿Porqué? Es difícil decirlo. Tal vez el guión no mantuvo
la fuerza de la novela original y probablemente eso fue lo que no acabó
de convencer a Siodmak. Ó tal vez un cierto tono dulzón y acaramelado
que resta crudeza a la película.
Porque tanto de la novela, muy autobiográfica de Dostoievsky, como de la
película, lo que queda como moralina ó moraleja es el peligro de la
adicción al juego. La ludopatía como enfermedad de la mente. La pequeñez
del jugador y su intento de rebelión ante el esquivo azar. La historia
de amor tal vez reste impacto al film. Pero aun así es una película
francamente interesante con un gran actor como Peck y una gran mujer,
bella entre las bellas, como Ava Gardner, que además de por sus
evidentes dotes femeninas me ha convencido por sus dotes
interpretativas.
Y sería injusto olvidarse de las otras dos grandes damas, Barrymore y
Moorehead. El papel de la segunda es breve y no muy relevante pero con
todo y eso, dejan su impronta en todo lo que hacen y siempre es un lujo
ver una película en la que intervengan.
Ava Gardner y Gregory Peck, dos grandes entre los grandes del cine,
comenzaron sus carreras a mediados de los cuarenta. Es extraño que,
contando con la presencia de ambos, esta película sea casi una absoluta
desconocida. Sin embargo esconde un gran interés, ya que aborda un tema
nunca antes mostrado en la gran pantalla: la ludopatía. Siodmak fue
valiente al tratar esta enfermedad como tal, ya que la gran mayoría de
la sociedad de la época ni siquiera sabía lo que significaba dicha
palabra.
El director trata con crudeza y valentía las terribles
consecuencas de quienes la sufren, sin tabúes ni rodeos.
Gregory Peck demuestra su versatilidad con una excelente interpretación dramática, y la Gardner supone el complemento perfecto, tanto por su belleza como por su solvencia ante las cámaras. El Gran Pecador es una joya injustamente olvidada.
Gregory Peck demuestra su versatilidad con una excelente interpretación dramática, y la Gardner supone el complemento perfecto, tanto por su belleza como por su solvencia ante las cámaras. El Gran Pecador es una joya injustamente olvidada.
TÍTULO ORIGINAL | The Great Sinner |
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AÑO | 1949 |
DIRECTOR | Robert Siodmak |
GUIÓN | Ladislas Fodor, Christopher Isherwood (Novela: Feodor Dostoyevsky) |
MÚSICA | Bronislau Kaper |
FOTOGRAFÍA | George Folsey (B&W) |
REPARTO | Gregory Peck, Ava Gardner, Melvyn Douglas, Walter Huston, Agnes Moorehead, Ethel Barrymore, Frank Morgan |
PRODUCTORA | Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) |